Corre, Conejo/ John Updike
Desesperación.
Si hay un adjetivo que describa a Conejo es ese: Hombre Desesperado. Pero en nuestro siglo ¿quién no lo es? ¿a quién no le hace sentir desesperación el conformarse o el habituarse? Pero además ¿quién sino nuestra sociedad justifica el machismo? por que ésta es una historia de la desesperación individual profundamente machista, hay que decirlo.
Con trabajos monótonos y relaciones odiosas, televisores todo el día conectados; el mundo se convierte en un lugar en que constantemente se siente el deseo de huir. La vida de Conejo aunque resulta ser una vida normal: esposa, hijos, suegros, televisores, trabajo, casa, automóvil. La casa donde una puerta que no abre del todo se convierte en la molestia más pesada, y el aire se hace irrespirable al menor comentario de la mujer.
La mujer, juega el papel sumiso, sufrido y víctima de la frustración de un hombre común y odioso. Un típico caso de abandono, donde la familia convierte a la víctima en el culpable de que el hombre haya huido, al tradicional estilo machista ¿Por qué?, por qué los hombres son los únicos que pueden caer en la desesperación y huir abandonándolo todo.¿ Qué sería, en todo caso, una mujer desesperada? Decirlo me parece ofensivo, pero vamos, todos sabemos lo que socialmente se conforma alrededor de una mujer que abandona la familia. La naturaleza nos parece una justificación suficiente para prohibir a las mujeres la desesperación.
Una historia trágica sin duda, un hombre aborrecible, y un deseo de Correr.
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Simple cosa. Había deseado mucho leer este libro. En "El hombre que amaba a los perros" de Leonardo Padura el escritor que se encuentra con Ramón Mercader del Río está leyendo esta novela.
Si hay un adjetivo que describa a Conejo es ese: Hombre Desesperado. Pero en nuestro siglo ¿quién no lo es? ¿a quién no le hace sentir desesperación el conformarse o el habituarse? Pero además ¿quién sino nuestra sociedad justifica el machismo? por que ésta es una historia de la desesperación individual profundamente machista, hay que decirlo.
Con trabajos monótonos y relaciones odiosas, televisores todo el día conectados; el mundo se convierte en un lugar en que constantemente se siente el deseo de huir. La vida de Conejo aunque resulta ser una vida normal: esposa, hijos, suegros, televisores, trabajo, casa, automóvil. La casa donde una puerta que no abre del todo se convierte en la molestia más pesada, y el aire se hace irrespirable al menor comentario de la mujer.
La mujer, juega el papel sumiso, sufrido y víctima de la frustración de un hombre común y odioso. Un típico caso de abandono, donde la familia convierte a la víctima en el culpable de que el hombre haya huido, al tradicional estilo machista ¿Por qué?, por qué los hombres son los únicos que pueden caer en la desesperación y huir abandonándolo todo.¿ Qué sería, en todo caso, una mujer desesperada? Decirlo me parece ofensivo, pero vamos, todos sabemos lo que socialmente se conforma alrededor de una mujer que abandona la familia. La naturaleza nos parece una justificación suficiente para prohibir a las mujeres la desesperación.
Una historia trágica sin duda, un hombre aborrecible, y un deseo de Correr.
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Simple cosa. Había deseado mucho leer este libro. En "El hombre que amaba a los perros" de Leonardo Padura el escritor que se encuentra con Ramón Mercader del Río está leyendo esta novela.
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