Conejo es Rico / John Updike

Es cierto que tengo debilidad por la literatura gringa. Y aunque Updike es una de las figuras representativas, está lejos de ser mi favorito. Siempre sus historias me hunden en un sopor mortífero, en un enfado del mundo y esa es quizá la gracia de Conejo. Nunca antes me había llamado la atención Updike hasta que leí "El hombre que amaba a los perros" de Leonardo Padura. En uno de los encuenrtos entre Ramón Mercader y el escritor, éste lee el libro de Corre, Conejo. Pensado absurdamente que esto podría tener algún simbolismo me dispuse a leer la primera parte de la tetralogía de Conejo y aunque no encontré nada nuevo me pareció un libro completamente norteamericano. sin haber leído el segundo y el tercer libro me encontré con la cuarta parte:  Conejo es rico; de que la que ahora escribo.

Después de varias y estrepitosas experiencias conejo ve en su vida una estabilidad que nunca antes había logrado. Eso es lo que cree cuando el dinero fluye y su vida parece acomodada. Hasta que aparece su hijo a complicar la vida cotidiana, lo hace cuestionarse (como nunca ha dejado de hacerlo) que sentido tiene lo que hace aunque todo lo que se cuestione sea sacrificable si es por unos cuantos miles de dólares. La ambición, el sexo, las mujeres, el alcohol y la vida en general para Conejo es siempre un problema. Un problema que se extiende en su existencia.

Me deja pesimista respecto al mundo y a las expectativas: Dinero, esa complicada palabra.